El siglo XVIII supuso una época de esplendor para Écija, ya que se construyeron la mayoría de los palacios, iglesias, conventos y casas-palacio que han hecho de esta ciudad sevillana uno de los mejores ejemplos del legado barroco en Andalucía.
Muchos de los señoriales edificios que componen su casco histórico son visitables, por lo que una jornada de turismo cultural en Écija se antoja como una de las escapadas más apetecibles para estos meses.
El primer palacio que se abrió al público para que pudieran conocer su patrimonio es el actual Palacio de Justicia, construido en 1931. Es conocido en Écija como «Casa de las Tomasas», ya que perteneció a dos hermanas apodadas y posee una bella decoración inspirada en la decoración de la Alhambra.
El Palacio de Los Palma, Bien de Interés Cultural, está asentado sobre un desaparecido convento Dominico. El patio central, los grandes salones y el patio de los naranjos son algunos de sus espacios más llamativos.